Introducción
Desde hace más de diez años he observado en unas playas Mexicanas un fenómeno que inicialmente me llamó la atención como caminante de esas playas y en los últimos 5 años como fotógrafo y científico.
Este fenómeno al que me refiero son unas imágenes que aparecen en la arena, luego de que la corriente marítima sube y baja, dejando unas huellas características, siendo estas de un patrón geométrico difíciles de describir.
Estos patrones geométricos de arena son de una belleza inigualable y originalmente, por lo únicas y por su origen desde la naturaleza las incorporé en mi portafolio fotográfico junto a otras imágenes naturales a las que llamé La Mano de Dios, por el hecho de que ningún humano participa activamente en su formación. Estas formas en la arena han despertado mi curiosidad desde muchos aspectos, ya no sólo fotográficos, sino que también geográficos y científicos por lo cual le he dedicado un tiempo especial de mi vida personal y profesional.
Inicialmente encontré estos patrones de arena solamente en un área del sur del Municipio de Acapulco de Juarez en el Estado de Guerrero, llamada Tres Vidas que es un lugar hermoso y paradisíaco. Al tratar de encontrar la extensión donde esta imágenes se observan, pude documentar que se extienden en toda una zona de mar abierto llamada Punta Diamante que se extiende desde un cerro llamado Revolcadero hasta un lugar donde el Océano Pacífico se une con la desembocadura del Río Papagayo en un playa denominada Barra Vieja.
Esta región es un área ecológica de 25 km de extensión de la costa sur del Pacífico Mexicano, es de arena muy fina de color grisáceo a marrón claro , con vegetación exuberante, vistas panorámicas y un mar abierto de belleza incomparable. Las imágenes geométricas de arena se encuentran de manera constante durante todo el año, y durante las 24 horas del día y la noche. Varían en su brillo y contrastes de acuerdo a la incidencia del sol durante el día y contienen una variedad de tonos increíbles.
Existen de distintos tamaños y de formas diversas
pero siempre guardando un carácter repetitivo que en un conjunto se pueden interpretar como imágenes que resemblan numerosas cosas distintas, desde escamas de reptiles, cadenas montañosas, criaturas animadas hasta formaciones del estilo de Gaudi.
Al decidir dedicarme al conocimiento de estos patrones de arena que únicamente observé en México en estas playas de Punta Diamante, decidí nombrarlas como Códigos Diamante, por creer que ellas guardan en si un mensaje que trataré de descifrar.